Las dos bancarrotas de PG&E en menos de veinte años llevaron a una falta crónica de inversión en mantenimiento y actualizaciones de confiabilidad del sistema. Su fracaso para completar el corte de árboles para proteger las líneas eléctricas condujo a incendios catastróficos y a la dependencia de apagones a gran escala de varios días para evitar incendios. Como resultado, se gastarán miles de millones en reclamos de incendios, litigios y prevención de incendios a expensas de las mejoras de capital necesarias para la confiabilidad del sistema. Además, la adopción a gran escala de energía solar y renovables les ha costado a sus mejores clientes al tiempo que deja los requisitos de servicio universal.

 

Los apagones son la nueva normalidad para los clientes de PG&E durante la temporada de “incendios” de otoño. El CEO de PG&E ha advertido a los clientes que esperen apagones futuros para la próxima década. Estos apagones afectan a más de 2 millones de clientes en más de treinta condados, incluidos muchos condados que están a cientos de millas de las ubicaciones de cualquier incendio.

 

Estos apagones “preventivos” son típicamente de dos a cinco días de duración. Están causando fallas en cascada de infraestructura crítica, que incluyen:

 

Cadenas de alimentación y suministros médicos

Hospitales

Distribución de combustible

Fabricación

Comunicaciones

Banca y Finanzas

Educación

La seguridad

Esto ha resultado en graves trastornos económicos en las áreas afectadas. Cada uno de estos eventos de apagón de varios días cuesta ~ $ 2 mil millones en pérdidas de clientes. Ha habido dos de estos eventos en octubre de 2019, y probablemente habrá eventos adicionales en noviembre. Las pérdidas están afectando a las empresas locales, las escuelas y el gobierno. También están comenzando a tener un impacto negativo en el desarrollo económico, ya que la perspectiva de apagones regulares durante la próxima década detiene nuevos proyectos de desarrollo económico y se espera que conduzcan a múltiples éxitos pasados ​​que se conviertan en fracasos a medida que los empleadores existentes se reubiquen en otros estados o cierren.